lunes, 12 de diciembre de 2011

A través de la ventana..


Ella miraba el mundo desde adentro...se asomaba a la ventana para ver cómo pasaba el día...desde la primera hora con los tímidos rayos de sol que iluminaban la vereda y que daban descanso a la luz incandescente de los faroles de la calle, hasta cuando vencido por el cansancio de toda la jornada el sol abandonaba esta ciudad para despertar en otra.
Desde su lugar, apenas corriendo la cortina, ella observaba los primeros movimientos de la jornada, los sonidos de despertadores vecinos, las primeras pisadas, lentas, tratando de encontrar ritmo para iniciar el día, seguidas más tarde por aquellas apuradas que trataban de recuperar entre paso y paso los minutos que llevaban de retraso.
Después el barrio se llenaba de voces de niños y ruidos de mochilas arrastradas y de madres dando muchas indicaciones...más tarde, cuando el tránsito se calmaba, empezaba el sonido de otras ruedas, la de los carros de compras que llevaban las señoras camino al supermercado… La pausa de la siesta, el regreso de los trabajadores, las primeras luces de la tarde...eran los mismos sonidos cada día, el mismo paisaje el que veía desde su refugio detrás del rectángulo de su ventana…dejando correr las horas hasta que la noche le ganaba al día, mirando pasar las horas, hasta que llegara el momento de cerrar la ventana y descansar

Su vida siempre fue eso...solo ver pasar la vida a través de la ventana...apenas corriendo la cortina, con miedo a atreverse a dar un paso y enfrentar el mundo, cómoda desde adentro, viviendo la vida de otros, imaginando posibles viajes, salidas, parejas, amigas...pero sin animarse a comprometerse, aceptando lo que llegaba hasta ella, trabajo, marido, separación, soledad...igual que ahora aceptaba lo que le regalaba el pequeño espacio que su ventana le permitía ver…solo dejando transcurrir la vida hasta que llegara el momento de cerrar la ventana y descansar...
Patricia

Esta pequeña historia fue inspirada por la imagen...que no es una imagen cualquiera, es una fotografía que hizo Rocío de la ventana de la casa Milá "La Pedrera" de Gaudí cuando la recorrimos juntas, eso le agrega un valor especial a este relato.