lunes, 7 de mayo de 2012

Antigravedad...


Era una sensación extraña que le producía vértigo...a su alrededor solo estaba el cielo y algunas ramas de los arboles cercanos.
Sentía al viento golpear suavemente su cara acompañado el movimiento como una caricia  y  le obligaba a entrecerrar los ojos, lo que aumentaba el mareo que le provocaba estar suspendida en el aire...
En el estómago se formaba un nudo, que más que molestarle transformaba en  físico y concreto el estado de  inquietud  que sentía cuando se veía cada vez más cerca del cielo y de la libertad.
Luego todo se precipitaba, el nudo se deshacía  y subía por su garganta saliendo en un grito,  mientras su cuerpo sentía la caída abrupta hacia la realidad y hacia el suelo...todo terminaba cuando sus pies tocaban la piedra rojiza de la plaza y se impulsaban nuevamente para volver a elevar la hamaca y sentir una y otra vez que podía vencer la ley de la gravedad.
Patricia